El retrato como reflexión del espacio abandonado
La lógica del abandono no exceptúa nada; la indiferencia, exclusión, el apartado, también son aspectos que evidencian el desinterés latente por la vida del otro. “Cruzando solo el desierto, transportándose a sí mismo sin ningún apoyo trascendente, el hombre actual se caracteriza por la vulnerabilidad”; nos recuerda Lipovetsky. Reconocer en el otro un estado compartido, un desánimo ante la existencia que se permea desde lo social hasta el individuo y contrariamente, nos invita a reflexionar en lo desconectados y permisivos que somos; una condición generalizada para participar en la estructura social.
Para Yair, a través del retrato, es importante acercarse a esos lugares que de alguna manera -ya sea social, política, económicamente- han sido configurados bajo el imperativo de ser apartados; están ahí sin estar. Dos ejemplos de este interés se pueden percibir en el par de proyectos que presenta en “Acto fotográfico”; ambos anclados en lo social pero con dimensiones operativas diferentes: un mercado desmontable en una zona catalogada en condiciones de violencia y vulnerabilidad, así como una casa de asistencia a personas de la tercera edad con discapacidad. Espacios ajenos que Yair los hace propios en el afán de comprenderlos en dinámicas recíprocas de diálogo, comunicación y convivencia bajo la forma del ejercicio artístico.
Con ello, el retrato principalmente, en el registro del sitio y la dinámica, se convierte en la acción primaria para la reflexión que motivó el desarrollo de ambos proyectos y que se extiende a otros tantos en curso; pensar en ese individuo y vincular lo propio en el estado de vulnerabilidad general que se filtra por todos los aspectos de la sociedad.
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19 DE NOVIEMBRE. 8:00 pm.
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