Cualquier ciudad es vida colectiva que refleja una realidad más que biológica; en ella, el individuo se configura bajo ritos, reconocimientos y extrañezas compartidas. La ciudad, que entre otros significados y valoraciones se percibe como una zona de guerra en la conciencia de quien la habita, pasa casi desapercibida por el humano citadino que la vive día y noche. La ciudad como un cúmulo de instantáneas, un testimonio concreto de experiencias comunes; todos somos ciudad, todos los que en ella entramos y participamos de su habitual, de su diario vivir.
Partiendo de la idea de que el centro histórico de la ciudad de Puebla emerge como símbolo de la identidad poblana, tanto en sus leyendas, mitos, formas, volúmenes o elemento que configure su existencia; resignificar su presencia en el imaginario de quien lo habita o experimenta se establece como un ejercicio introspectivo de carácter lúdico y explorativo. Con este ejercicio se propone un diálogo entre el espectador o participante ante las propuestas resultantes.
En aproximadamente dos semanas, los involucrados invadirán un departamento ubicado en el Centro Histórico de Puebla, en donde se proyectarán y realizarán una serie de bocetos y procesos para desembocar en un último acercamiento a la experimentación que cada integrante tiene sobre esta zona de la ciudad; al finalizar, el resultado o proceso se hará público para su enfrentamiento con quien lo perciba. Este ejercicio se establece como una simulación de experiencia vivida de un espacio colectivo que se inserta en uno privado; con posibilidades de replica, el ejercicio se genera como una invitación para reflexionar la relación individuo-ciudad, teniendo al Centro Histórico de Puebla como una excusa para pensar sobre la experiencia de esta relación.
Departamento 102
16 de septiembre No. 1105
Centro Histórico de Puebla
Participantes:
Nina Fiocco.
Rogelio Sánchez.
Juan Luis Burke.
Eliud Nava.
Rolando Jacob.
Aro Varse.
Mujer Chunga.
Michael López.
Ulises Matamoros.
Luis Javier Rodríguez.
Manuel Ramos Negrete.
