martes, 5 de noviembre de 2019

EL PATRONATO DEL MAGUEY

"El Patronato del Maguey"
Carlos Lara.

Residencias "Simultáneos"
"Desplazando El Centro. Apuntes Sobre Disidencias"
Proyecto apoyado por el FONCA.

"Hay una guerra de clases, de acuerdo, pero es la mía, la de los ricos, la que está haciendo esa guerra, y vamos ganando." - Warren Buffett.

Durante siglos el agave y su derivado el pulque se nos reveló, primeramente, como un momento espiritual, después como alimento y herramienta; un alimento rico en nutrientes elemental en nuestro día a día. Un brebaje que salvaba a campesinos de morir en fechas en las que no había cosechas y calentaba a niños en partes altas de la sierra, consumida por mujeres en lactancia y por campesinos para sobrellevar las extenuantes jornadas en las parcelas y pasar un tiempo con los compadres.

Con la llegada de la industrialización, llegaron las regulaciones. La higiene y la salubridad del pulque fueron cuestionadas por el Estado Mexicano, los conocimientos tradicionales se vieron envueltos en un sistema institucional mediado por procedimientos burocráticos que ponderaban parámetros técnicos y científicos para su producción. Sólo se privilegió el valor económico de los objetos que deriva del trabajo que se invierte para producirlos, excluyendo el valor cultural y social de los objetos, aunque algunas de las relaciones sociales eran de dominación.

En 1960 el presidente Adolfo López Mateos continuando con el proyecto de modernización y el desarrollo estabilizador a favor de la industrialización y lejos de apoyar al campo, crea el Patronato del Maguey, cuyo objetivo era impulsar toda la investigación alrededor del pulque para mejorar la industria. Ese esfuerzo dio como resultado la comercialización de un producto enlatado, llamado "El Magueyín", que tuvo corta existencia, ya que no lograron del todo detener su fermentación (se hacía pasteurizando el producto, como en la cerveza); sin embargo, si se hacía como la cerveza, el producto final quedaba con un sabor muy poco agradable... por eso no pudieron detener la fermentación del todo y por ende las latas de pulque tendían a estallar.

Pese a todos los intentos de capitalizar industrialmente el pulque, desde 1810, este ha sido una bebida enajenada a favor de la industrialización. Uno espacio de resistencia biológica.


















No hay comentarios:

Publicar un comentario