José Luis Carrera
“Cuando somos sensibles, cuando nuestros poros no están cubiertos de las implacables capas, la cercanía con la presencia humana nos sacude, nos alienta, comprendemos que es el otro el que siempre nos salva. Y si hemos llegado a la edad que tenemos es porque otros nos han ido salvando la vida, incesantemente.” - Ernesto Sábato.
En lo concreto, nuestro comportamiento alude a todo aquello que nos nutre, conmueve, asombra, lo que forma parte de las raíces de nuestra educación primigenia o lo que hacemos y decimos por imitación; lo que nos salva. ¿Pero qué pasa cuando tienes la libertad de en lo abstracto del ser, expresar lo que en el mundo convencional no es consentido? ¿Qué hacer cuando en éste nuevo escenario podemos mudar, cambiar, reinventar, partir, apartarse del mundo y de todo? La respuesta es sencilla: Nos volvemos libres.
La actividad plástica entonces se vuelve un alter ego y uno erige el mundo a su conveniencia. En “Se ha mudado” José Luis Carrera nos muestra una realidad alterna. Es en esa alteridad donde se vence y se acepta el miedo, la vergüenza, la duda, las aprensiones, la locura. No hay retroceso. El renacimiento del propio yo -ya en libertad- habla de todo lo que se vela en el interior. Seguridad y desolación, placer y violencia, quietud y revuelo son representados en la obra como significaciones inherentes en el ser humano. Todos estos conceptos se vuelven una feroz introspección evidenciada en la fémina que Carrera muestra en su obra de manera imperturbable.
Soportes azarosos y técnicas disímiles forman parte de nuevos universos y reiteran la mudanza desconocida, nadie sabe el final de ese viaje. Masculinidad extrapolada a lo femenino. La mujer como guarida pero mostrándose implacable, feroz, silenciosa. Representaciones que refieren al que no desperdicia nada, ni las palabras ni los actos, ni la indagación. Obra que quietamente grita homenajes distraídos, mundos sugeridos. No hay una búsqueda de absolución en lo truncado. José Luis se muda siempre antes, porque para él no hay final.
La transitoriedad permite el abandono, el caos, lo abrupto. Soltándose es que la obra denota sus no-lugares. Un traslado de identidad, una búsqueda continua de algo que no ha de ser hallado. Carrera no aspira a transmutarse, no está para lo inmóvil. Como lo dice la transcripción en su piel “Cuando venga a buscarme, díganle: se ha mudado”.
Mariana Alvarado
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“Visita”
No estoy.
No la conozco.
No quiero conocerla.
Me repugna lo hueco,
la afición al misterio,
el culto a la ceniza,
a cuanto se disgrega.
Jamás he mantenido contacto con lo inerte.
Si de algo he renegado es de la indiferencia.
No aspiro a transmutarme,
ni me tienta el reposo.
Todavía me intrigan el absurdo, la gracia.
No estoy para lo inmóvil,
para lo inhabitado.
Cuando venga a buscarme,
díganle:
“se ha mudado”.
Oliverio Girondo
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José Luis Carrera (1979). Artista potosino por la Escuela Estatal de Artes Plásticas, Maestro en Historia del Arte en la Escuela de Educación Superior en Ciencias Históricas y Antropológicas y Doctor en Artes Visuales de Atlantic International University. Su obra se encuentra en diversas colecciones privadas de diferentes países. Actualmente produce y es profesor en la Universidad de Monterrey.
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La exposición se realizó el jueves 8 de diciembre 2016 en NoAutomático. Aramberri 1458, esquina Julián Villarreal. Centro de Monterrey.
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